Vivir en autocaravana

Un año viviendo en una autocaravana

Quién me lo iba a decir a mi; en toda mi vida (y ya tengo una edad) jamás había pasado una noche (ni tan siquiera unas horas) viviendo dentro de una autocaravana. Y de buenas a primeras voy y me compro una autocaravana nueva y me voy a vivir a ella del tirón. Un año ya…

La pregunta que más suelo contestar es: ¿ha habido algún día o algún momento en que te hayas arrepentido de la decisión de vivir en una autocaravana? Si tengo que dar una respuesta sincera es: NO. ROTUNDO. Nunca me he arrepentido de irme a vivir a una autocaravana. Es más, tendría que haber descubierto antes esta forma de vida; más que forma de vida, sitio donde residir.

Vivir en una autocaravana es, como yo digo muchas veces, poder tener un pequeño apartamento allá donde vayas. ¿Te gusta Benidorm? Pues allí tengo yo un apartamento. ¿Estaría bien vivir en Sitges? Sí, te lo aseguro, allí tengo yo un apartamento, en el que he estado un par de meses a finales del año pasado. También tengo un apartamento en Alicante, otro en Gijón, otro en mitad del campo donde sólo hay vacas y verde…; otro en Granada, en Málaga, en la Costa de Cádiz, unos cuantos más distribuidos por Galicia…

Es una maravilla poder tener un apartamento en donde te apetezca y encima sin tener que pagar el impuesto de la contribución o del catastro o de como quiera que se llame allá donde estés.

Y bueno, lo de la electricidad… ahí me muero de placer cada vez que veo que mis dos placas solares están cargando mis dos baterías para que pueda consumir electricidad GRATIS. No lo quiero resaltar mucho vaya que a los lumbreras de nuestros políticos les de por gravar con algún impuesto a este tipo de fuente de alimentación para nuestras autocaravanas. No es por molestar a los amigos que tenéis viviendas de ladrillos, pero cada vez que, de casualidad (no suelo ver informativos en la televisión y soy muy selectivo al leer prensa online), me entero que ha vuelto a subir el precio de la electricidad… (un día me haré una foto de la cara que pongo y la colgaré en Instagram y Facebook)

En resumidas cuentas: agradecer una vez más a mis queridos vecinos del piso de ladrillos su enorme aporte para contribuir a irme de allí (lo siento, no os echo de menos, soy sincero) y tomar la decisión de comprarme una casa sin ladrillos pero con ruedas. Estoy super contento de la decisión que tomé; en un año he dicho (y en voz alta) la expresión «QUE A GUSTO ESTOY» más veces que (creo) en toda mi vida; o, por lo menos, más seguidas. Se puede decir que soy feliz.

En este vídeo respondo algunas de las preguntas que me formuláis a través del canal de YouTube y os muestro un poco de lo que ha sido mi primer año viviendo en autocaravana (sólo un poco, todo es imposible):


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